jueves, 28 de marzo de 2013

Imagen con latido (4): La soledad mata a la cordura


Mariposas en las paredes (Epílogo)

Roque colocó los brazos en jarra y contempló la enorme mancha de sangre en la pared. Acongojado, se colocó mejor la gorra y se pasó la mano por la boca. Le parecía increíble que toda la superficie estuviese decorada con la sangre del muchacho. Rápidamente, lanzó una fugaz mirada a la puerta de entrada y se aseguró de que su joven compañero seguía sentado fuera en los escalones del porche. Allí fuera, el chico uniformado de azul sostenía su rostro entre las manos. Era imposible que viera lo que Roque estaba haciendo dentro, de modo que este aprovechó la ocasión para santiguarse y salir raudo de la casa de las mariposas. Cuando pasó por debajo de la cinta de plástico que acordonaba la entrada, aminoró el paso. Dejó que el frío aire de la madrugara entrara por su nariz y refrescara sus pulmones, viciados con el denso olor a sangre fresca. Perdió la mirada en el horizonte de delante, donde las luces de la ciudad titilaban en la lejanía. Un poco más cerca, las luces parpadeantes de las ambulancias se alejaban camino del hospital. El recuento final había sido una chica herida, y dos cadáveres para el depósito. Roque suspiró de nuevo y, durante un instante, reflexionó sobre su trabajo, sobre cómo no dejaba de sorprenderle cada noche que pasaba, a pesar de sus ya veintitrés años de servicio. Fijó la mirada en su compañero, que se esforzaba desmesuradamente en ocultar sus lágrimas. Aquel chaval solo llevaba unas semanas en el cuerpo. Roque se situó a su altura, se agachó y colocó la mano sobre su hombro en un gesto de compasión.

jueves, 21 de marzo de 2013

Imagen con latido (3): Almas gemelas


Mariposas en las paredes (Séptima y última parte)

Lo que Fran estaba viendo lo dejó sin aliento.

De los ojos de Nórah no dejaban de caer grandes lágrimas, y con su mirada clamaba auxilio de una forma tan desesperada como silenciosa. Algo le retorcía la boca para esbozar una sonrisa forzada dirigida a su novio, quien tampoco fue capaz de articular palabra alguna. Se fijó en sus ojos y comprendió que Nórah seguía allí, dentro de su cuerpo, y la muchacha trataba de expulsar algo extraño de su interior a través de un vertido constante de lágrimas.

jueves, 14 de marzo de 2013

Imagen con latido (2): Amor eterno


Mariposas en las paredes (Sexta parte)

Percibía claramente los latidos de su corazón, fuertes y apresurados. Notaba sus sacudidas tras los tímpanos, y también justo debajo de la garganta, que cada se estrechaba más y más dificultándole la tarea de tragar la poca saliva que le quedaba. Un súbito temblor casi le hizo perder el control de su rodilla cuando terminó de subir el último escalón, pero Fran mantuvo el equilibrio e iluminó la pared del fondo del pasillo que se extendía a su derecha. A la izquierda, encontró un marco astillado y descolorido donde antes había estado colocada una puerta de madera, ahora desaparecida.

jueves, 7 de marzo de 2013

Imagen con latido (1): Prisionero de tu ausencia


Mariposas en las paredes (Quinta parte)

Sostenía la videocámara entre sus manos, mientras movía continuamente los dedos para que ningún pedazo de la carcasa de plástico se escabullera entre sus dedos. El aparato estaba hecho pedazos, pero aun así la agrietada pantalla estaba mostrando el vídeo de Nórah. Fran se limpió un hilo de sangre de la mejilla acercándose el hombro al rostro, tomó aire y no perdió ni un solo detalle de lo que estaba viendo.