jueves, 26 de febrero de 2015

Viento

¿De dónde ha salido toda esa sangre?



Aunque el vaivén de la luz de la sirena iluminaba los árboles de los lados de la carretera de montaña, en el interior del vehículo tan solo alumbraba el débil bombillo de la luz del techo. Desde el asiento trasero del coche patrulla, el detenido esposado miraba a través del espejo retrovisor a su interrogador. Su mirada era tímida y fija, estática por debajo de las cejas empapadas de sangre. Aquellos ojos celestes del muchacho desprendían una inocencia inusitada para alguien con multitud de lamparones de sangre en cada centímetro de su ropa, empapada por doquier de un color rojo oscuro, ya casi marrón. El joven dejó que pasaran los segundos y se limitó a seguir guardando silencio y a continuar observando al agente por el espejo.

jueves, 19 de febrero de 2015

Mi castillo

Mi castillo está indefenso y manchado de sangre. Mi castillo está sólo en una llanura inabarcable. Y yo me encuentro en medio de dos infinitos, entre la nada de un yo que no se encuentra y mi castillo destartalado. Sentado con las piernas cruzadas, lo contemplo desde la distancia. Destrozado, humeante, roto y partido. Me gusta mi castillo, me gusta cómo lo has dejado.

jueves, 12 de febrero de 2015

Grietas en el cielo (Tercera parte de tres)

No es buena idea subir”, le confesó Sonia, dejando lentamente atrás la sonrisa de alegría que había lucido segundos antes. De ella solo quedó un tenue brillo de alegría en los ojos, que contrastaba con la mueca indecisa de una boca que no sabía como interpretar la mirada fija de Atelier en la azotea del edificio. Allí arriba, la grieta del cielo derribada parecía derretirse y verter su vacío líquido sobre lo alto del rascacielos en ruinas.

jueves, 5 de febrero de 2015

Grietas en el cielo (Segunda parte de tres)

No debió haber venido”, pensó Atelier, todavía a cubierto tras el muro mohoso y con la mirada fija hacia el lado contrario al de Sonia. Estaba convencido de que su carga de responsabilidad de aquella mañana se había duplicado, ya que ahora Atelier no solo tenía que llevar a cabo el ataque con éxito, sino que además tenía que preocuparse de que no mataran a la novia de su amigo Eric.